Descripción
El último Día de Pompeya es una obra de arte a gran escala, de cuatro metros y medio por seis y medio, pintada entre 1830 y 1833. La pintura representa la erupción del Vesubio en el año 79 D C.
En la obra, la gente de Pompeya se ve desesperada y en pánico. Algunos se abrazan por miedo a la erupción. Sus cuerpos están modelados de manera clásica, lo que hace que la pintura sea una mezcla de neoclasicismo y romanticismo. Una luz brilla sobre algunas personas, mientras que otras están en las sombras. El volcán ardiente hace erupción en el fondo, dando un efecto infernal a la pintura.
El interés de Karl Bryullov por este hecho histórico no surgió por sí mismo, sino gracias a las historias del hermano del artista, el arquitecto Alexander Bryullov. Las pinturas sobre temas similares estaban de moda en ese momento, lo que ayudó a aumentar el interés del artista. El pintor, que había permanecido en Italia durante bastante tiempo, comenzó a sentir una actitud un tanto desdeñosa hacia sí mismo y su obra por parte de la gente del arte local. Algunos de ellos creían que Karl no podía pintar algo más significativo que las pequeñas pinturas de género, que lo habían hecho famoso. Al concebir "El último Día de Pompeya", Bryullov no solo quería crear un lienzo de tamaño colosal, sino también disipar los prejuicios de los críticos italianos.
Bryullov tardó solo 11 meses en terminar El último Día de Pompeya. Al mismo tiempo, tardó seis años en desarrollar la versión final de la imagen. El boceto de 1828 carece de algunos de los detalles que se pueden ver en el lienzo encontrado en el museo ruso.
Después de viajar por Europa, el Último Día de Pompeya llegó a Rusia, donde él y el talento de Bryullov fueron recibidos con respeto y admiración. Se mostró en la Emperor Fine Art Academy como un ejemplo para todos los artistas aspirantes.