Descripción
La obra "Panel 7. Salida de Quetzalcóatl - La Epopeya de la Civilización Americana" de José Clemente Orozco, creada en 1934, es un testimonio visual robusto y multifacético del pensamiento y la cultura de una época convulsa en la historia de México y del continente americano. Esta pintura, que forma parte de una serie mural que Orozco realizó en la biblioteca de la Universidad de Guadalajara, destaca por su profundo simbolismo y su innovadora técnica pictórica, características que lo consolidan como uno de los grandes maestros del muralismo mexicano.
En el panel se presenta una escena en la que la deidad mexica Quetzalcóatl, figura emblemática de la cultura mesoamericana, se muestra en un contexto de gran dramatismo. La representación de Quetzalcóatl, a menudo asociada con el conocimiento, la vida y la civilización, se percibe en un momento de partida, como si estuviera abandonando a su pueblo en una travesía hacia lo desconocido. La composición es dinámica, guiada por las líneas que configuran la figura del dios y que conducen la mirada del espectador hacia el fondo de la imagen.
Los colores utilizados son reveladores del estilo de Orozco, quien prefería una paleta que enfatizara los contrastes y las profundas tonalidades terrosas. Los ocres y rojos predominan, evocando tanto la esencia del pueblo que representa como la complejidad emocional de la narrativa que retrata. Esta elección cromática no es aislada, sino que se inscribe dentro de una tradición que busca no solo explorar la historia y la mitología de México, sino también reflexionar sobre el sufrimiento humano y la lucha por la identidad cultural, temas recurrentes en la obra de Orozco.
La figura de Quetzalcóatl es central, pero Orozco no escatima en componer un entorno que hable de la civilización. A su alrededor, se pueden observar representaciones de seres humanos que parecen rendir homenaje, en un acto de adoración o de desesperanza, como si reconocieran que la llegada o partida del dios implica un cambio trascendental. Orozco logra con esto un diálogo entre lo divino y lo humano, resaltando la interdependencia de ambos en la construcción de la identidad cultural.
El estilo artístico de Orozco es testamentario de la influencia del expresionismo y el modernismo, rompiendo con las estrictas reglas del academicismo. En comparación con sus contemporáneos, como Diego Rivera, Orozco aborda la figura humana y la narración iconográfica desde una perspectiva más sombría y poética, a menudo cargada de un simbolismo que remite a las luchas sociales y políticas del México de su tiempo.
El "Panel 7" es, en última instancia, un complejo entramado de elementos que se entrelazan para contar una historia de pérdida y redención. La partida de Quetzalcóatl se puede interpretar como una metáfora de la búsqueda constante de las civilizaciones para encontrar su camino en el mundo, enfrentándose a desafíos internos y externos. De esta manera, Orozco no solo retrata un evento mitológico, sino que también invita al espectador a reflexionar sobre la búsqueda de su propia identidad cultural, en un momento en que México redescubría sus raíces. La obra se erige como un faro de la lucha social y un poderoso recordatorio de las voces de los que han sido olvidados en la historia, mostrando que la epopeya de la civilización americana es también una epopeya de resistencia.
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