Descripción
Henri Matisse, una figura central del arte moderno, dejó un legado inmenso que abarca varias décadas y estilos. "Blue Sketchbook" (1945, 50x60) florece como una representación elocuente del dominio de Matisse del color y la línea durante sus últimos años. Contrario a su período fauvista, donde la explosión de colores vibrantes predominaba, esta obra muestra una cierta contención y reflexión madura, con un enfoque predominante en el uso del azul.
La pintura, aunque aparentemente simple, es un testimonio de la destreza de Matisse para capturar la esencia de sus sujetos con una economía de líneas y una paleta reducida. En una inspección cuidadosa de "Blue Sketchbook", observamos la mano certera del artista configurando figuras humanas en actividad, probablemente cortadas en papel y pegadas sobre un fondo azul, una técnica que perfeccionó en sus cut-outs. Estas figuras no son sino una extensión de su deseo por la pureza de la forma y el color, algo que revaluó en sus últimos años debido a las limitaciones físicas impuestas por su enfermedad.
La composición de esta obra revela el interés de Matisse en la simplificación radical de formas. Las figuras están reducidas a contornos fluidos, casi abstractos, lo que permite una interpretación libre del espectador. Este enfoque revela no solo la influencia de su contemporáneo Picasso y el cubismo, sino también su fascinación por el arte africano y otras formas de arte primitivo. Matisse se había nutrido de una variedad de influencias durante toda su vida, y su capacidad para sintetizar estas en una forma personal se hace palpable en "Blue Sketchbook".
El color azul, dominante en esta pieza, no es casual. Matisse tenía una relación profunda con el azul, asociándolo a menudo con tranquilidad, infinito e introspección. La elección de este color como fondo y figura sugiere un deseo de equilibrio y serenidad, algo que contrasta con la movilidad latente en las formas humanas representadas. Esta dualidad entre calma y dinamismo encapsula la tensión inherente en la obra de Matisse, donde lo fauve — salvaje — coexiste con lo contenido.
La inclusión de "Blue Sketchbook" en un contexto histórico y biográfico también tiene importancia. En 1945, Matisse estaba ya confinado a una silla de ruedas, y sus métodos de trabajo se adaptaron a esta nueva realidad. La técnica del découpage, que involucra cortar formas de papel pintado y arreglarlas como collages, se convirtió en su principal medio de expresión, reemplazando la pintura al óleo. "Blue Sketchbook" puede muy bien ser una representación temprana de esta técnica que dominaría sus últimos años, finalizando con sus célebres "Cut-Outs".
En resumen, "Blue Sketchbook" no solo representa un punto culminante en la carrera de Henri Matisse, sino también una ventana a su capacidad de reinventarse y redescubrirse a sí mismo en el ocaso de su vida. La obra invita a los espectadores a deleitarse no solo en la simplicidad de su ejecución, sino también en la profundidad de su contenido, reflejando una vida entera consagrada a la búsqueda de la belleza y la verdad a través del arte.