Descripción
Esta conmovedora escena presenta a una joven que huele las flores frescas de un santuario, frente a unos pequeños escalones, quizás en un lugar tranquilo de un gran jardín. Esta delicadeza y feminidad es totalmente típica del artista y se puede presenciar en pinturas a lo largo de su carrera.
A Waterhouse le gustaba hacer uso de los jardines privados, así como de los espacios abiertos en los bosques locales. El primero a menudo incluía toques de arquitectura que añadían interés a su trabajo, y ese es ciertamente el caso aquí. De hecho, el título de la obra se basa en el pequeño detalle a la izquierda de la figura, mientras se inclina para oler las flores frescas.
Los propios escalones conducen a otra parte más abierta del jardín, donde domina una serie de árboles. Las mismas características y colores aparecen una y otra vez dentro de la carrera de este artista, ya que creó una apariencia particular que se mantuvo constante en todo momento. Waterhouse combinó paisajes británicos con características clásicas de la época romana.
A Waterhouse le gustaba hacer uso de los jardines privados, así como de los espacios abiertos en los bosques locales. El primero a menudo incluía toques de arquitectura que añadían interés a su trabajo, y ese es ciertamente el caso aquí. De hecho, el título de la obra se basa en el pequeño detalle a la izquierda de la figura, mientras se inclina para oler las flores frescas.
Los propios escalones conducen a otra parte más abierta del jardín, donde domina una serie de árboles. Las mismas características y colores aparecen una y otra vez dentro de la carrera de este artista, ya que creó una apariencia particular que se mantuvo constante en todo momento. Waterhouse combinó paisajes británicos con características clásicas de la época romana.