Descripción
La pintura Nativity (Te Tamari No Atua) de Paul Gauguin es una obra maestra del arte moderno que destaca por su estilo artístico único, su composición intrigante y su uso vibrante del color. Con un tamaño original de 96 x 128 cm, esta pintura representa el nacimiento de Cristo en una escena que combina elementos cristianos y polinesios.
El estilo artístico de Gauguin se caracteriza por su uso de formas simplificadas y colores planos, lo que le da a la pintura una sensación primitiva y atemporal. La composición es interesante, con la figura principal de la Virgen María en el centro rodeada por figuras polinesias y animales exóticos como un perro y un gallo. La escena se desarrolla en un paisaje tropical con un río y una montaña en el fondo.
El uso del color en Nativity es impresionante, con tonos cálidos y brillantes que evocan la belleza y la exuberancia de la naturaleza polinesia. El rojo intenso de la túnica de María contrasta con el verde profundo del follaje y el azul claro del cielo. El uso de colores brillantes y saturados es una característica distintiva del estilo de Gauguin.
La historia detrás de la pintura es igualmente fascinante. Fue creada en Tahití en 1896, durante el segundo viaje de Gauguin a la isla. La pintura fue encargada por el obispo de la diócesis de Papeete para la catedral de Notre-Dame de Papeete, pero nunca fue entregada debido a la controversia que rodeó la interpretación de Gauguin del tema cristiano.
Un aspecto poco conocido de la pintura es que Gauguin utilizó modelos locales para representar a los personajes bíblicos, lo que le dio a la obra una sensación auténtica y culturalmente relevante. La inclusión de elementos polinesios en la escena navideña también es un reflejo de la fascinación de Gauguin por la cultura y la naturaleza de Tahití.
En resumen, la pintura Nativity de Paul Gauguin es una obra maestra del arte moderno que combina elementos cristianos y polinesios en una composición intrigante y vibrante. Su estilo artístico único, su uso del color y su historia fascinante la convierten en una de las obras más interesantes y significativas de la carrera de Gauguin.