Autorretrato con una Impresión Japonesa


Tamaño (cm): 45x35
Precio:
Precio de venta1 719 SEK

Descripción

Self-Portrait with a Japanese Print es una obra maestra del artista holandés Vincent Van Gogh. Esta pintura, realizada en 1888, muestra al artista en una pose relajada, sentado en una silla y sosteniendo un libro abierto en su mano derecha. En la pared detrás de él, se puede ver un grabado japonés que ha sido cuidadosamente seleccionado para complementar la paleta de colores de la pintura.

Uno de los aspectos más interesantes de esta obra es la forma en que Van Gogh ha utilizado el color. El artista ha elegido una paleta de tonos cálidos y terrosos que se complementan perfectamente con el grabado japonés en la pared. Los tonos amarillos, naranjas y marrones son especialmente prominentes en la pintura, y se utilizan para crear una sensación de calidez y tranquilidad.

La composición de la pintura también es notable. Van Gogh ha colocado al artista en el centro de la pintura, rodeado por la pared y el grabado japonés. Esta disposición crea una sensación de intimidad y aislamiento, lo que sugiere que el artista se encuentra en un momento introspectivo de su vida.

Otro aspecto interesante de esta obra es su historia. La pintura fue creada en 1888, durante un período en el que Van Gogh estaba viviendo en Arles, en el sur de Francia. Durante este tiempo, el artista estaba fascinado por el arte japonés, y comenzó a coleccionar grabados y otros objetos japoneses. Esta fascinación se refleja claramente en la elección del grabado japonés en la pared detrás del artista.

En resumen, Self-Portrait with a Japanese Print es una obra maestra del arte de Van Gogh. La paleta de colores cálidos, la composición cuidadosamente planificada y la fascinación del artista por el arte japonés hacen de esta pintura una obra de arte única y fascinante.

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