Descripción
Al contrario de la pintura clásica, este cuadro no narra ninguna historia, es simplemente una instantánea de la realidad al modo de como podría realizarla un fotógrafo, sin ningún tipo de contenido religioso, mitológico o costumbrista. En este sentido, lo podemos considerar como antiliterario, siendo el verdadero protagonista la luz.
Esta famosa pintura fue creada a partir de una escena en el puerto de Le Havre. Monet representa una niebla, que proporciona un fondo brumoso a la pieza ambientada en el puerto francés. Los tonos naranja y amarillo contrastan brillantemente con los vasos oscuros, donde poco o ningún detalle es inmediatamente visible para el público. Es un trabajo llamativo y franco que muestra a los barcos más pequeños en primer plano casi impulsados por el movimiento del agua. Monet logra el efecto mediante pinceladas separadas que también muestran varios colores "centelleantes" sobre el mar.
Del 15 de abril al 15 de mayo de 1874 Monet expuso su obra junto a Camille Pissarro, Alfred Sisley, Édouard Manet, Paul Cézanne, Edgar Degas y una treintena de artistas más. Organizaron su exposición por su cuenta, ya que solían ser rechazados en el Salón de París. La mayoría de los visitantes estaban disgustados e incluso indignados por el estilo. La impresión de Monet disfrutó de una gran atención y algunos visitantes incluso afirmaron que eran absolutamente incapaces de reconocer lo que se mostraba.
Un crítico que asistió a la exposición, M. Louis Leroy, escribió un artículo ahora famoso en Le Charivari en el que utilizó el término "impresionista" basado en el título de esta pintura. A pesar de que Leroy había usado la palabra de manera burlona, el grupo decidió adoptarla y pintores como Renoir y Degas estaban felices de ser llamados impresionistas.
A pesar de su notoriedad, la pintura es en cierto modo atípica de la propia obra de Monet de este período y del impresionismo en general. Muestra poco del tratamiento impresionista de la luz y el color. Los colores son muy comedidos y la pintura no se aplica en pinceladas discretas de colores contrastantes sino en lavados muy finos. En algunos lugares, el lienzo es incluso visible y el único uso del empaste es en la representación de la luz solar reflejada en el agua. La pintura es más atmosférica que analítica y tiene un espíritu algo parecido a las obras de Turner. Sin embargo, ilustra particularmente bien uno de los rasgos de una pintura impresionista que se pensó tan revolucionaria.
La técnica es muy "esquemática" y se habría visto como un estudio preliminar para una pintura más que como una obra terminada adecuada para la exposición. El propio Monet vio la obra como inacabada, y fue por esa razón que adoptó el título 'Impresión' para distinguirla de obras como su otra vista de Le Havre en la misma exposición, aunque esta también carece del acabado esperado. En esta obra, Monet eliminó los detalles al mínimo: los astilleros en el fondo de azulejos son simplemente sugeridos por unas pocas pinceladas, al igual que los barcos en primer plano. El conjunto representa el rápido intento del artista de capturar un momento fugaz. La técnica casi abstracta, altamente visible, atrae casi más atención que el tema en sí, una noción entonces totalmente ajena a los espectadores.
Una curiosidad interesante sobre esta pintura es que el título original de la obra era simplemente "Impresión", pero el crítico de arte Louis Leroy, al ver la pintura en una exposición de los impresionistas en 1874, se burló de ella en su reseña de la exhibición, titulando su crítica como "La exposición de los impresionistas". En su crítica, Leroy se refirió a la obra de Monet como "Impresión, ¡por Dios!, ¿no pueden los críticos arrojarles un cubo de pintura verde en la cara?", lo que dio lugar al título actual de la pintura.
La pintura muestra un paisaje marítimo en el puerto de Le Havre, en el norte de Francia, y está caracterizada por una serie de pinceladas sueltas y rápidas que crean una atmósfera brumosa y efímera. Monet estaba más interesado en capturar las sensaciones visuales y los efectos de la luz natural que en representar la realidad tal como se ve. Esto fue una de las características distintivas del movimiento impresionista y "Impresión del sol naciente" es una de las mejores representaciones de esta técnica.
Hoy, Impresión del Sol Naciente se considera como la pintura impresionista más destacada y reconocida del planeta, junto con la famosa pintura de estrellas nocturnas de Van Gogh.
Impresión del Sol Naciente ocupa el puesto no. 8 en la lista de pinturas famosas