Autorretrato - 1895


Tamaño (cm): 50x75
Precio:
Precio de venta2.837,00 NOK

Descripción

La obra "Autorretrato" (1895) de Carl Larsson es un ejemplo notable de su destreza artística y su singular capacidad para reflejar la esencia del ser humano a través de la autoexploración pictórica. En esta pieza, Larsson captura no solo su imagen, sino también una sensación palpable de su carácter y su contexto personal. Este autorretrato se enmarca dentro del movimiento del modernismo escandinavo, donde la vida cotidiana y la intimidad se convierten en protagonistas de la narrativa visual.

Visualmente, el autorretrato nos presenta a Larsson con un fondo que parece sugerir un espacio familiar y doméstico, lo que alude a su lugar habitual de trabajo y a su vida personal. El esquema de color es suave y equilibrado, dominado por tonos que oscilan entre el sepia y el gris, lo que aporta una atmósfera melancólica y reflexiva. El uso de la luz es sutil; esta cae sobre el rostro de Larsson, resaltando sus rasgos y dotándolo de una cierta luminosidad que contrasta con el fondo más tenue. Esta elección de color y luz no solo enfatiza su rostro, sino que también transmite una introspección genuina, una búsqueda interna que se manifiesta en su expresión.

A través de la composición, Larsson se sitúa en una posición que combina tanto la contemplación como la conexión con el espectador. Su mirada, directa y franca, parece invitar al observador a una conversación íntima y sincera, mostrando a un hombre consciente de su papel como artista y de su lugar en el mundo. La forma en que se presenta con su cabellera despeinada y su vestimenta informal sugiere una cercanía y autenticidad, alejándose de la idealización que a menudo acompaña a los retratos formales.

Además, este autorretrato no sólo se limita a ser una representación visual; es una declaración de identidad. Larsson, conocido por su trabajo en la pintura de interiores y su capacidad para capturar la vida cotidiana, aquí está mostrando su vulnerabilidad y su humanidad, un recordatorio de que detrás del artista siempre hay un individuo que siente y reflexiona. La inclusión de elementos en el entorno del autorretrato, aunque no explícitamente detallados, sugiere la armonía entre el espacio personal y la creatividad, un aspecto central en la obra de Larsson.

Dentro del contexto del arte escandinavo de finales del siglo XIX, Larsson se destaca por su enfoque en el naturalismo y la representación sincera de la vida, lo que lo convierte en un precursor del arte moderno en Suecia. Su estilo es característico por el uso de una paleta de colores naturalistas, la atención al detalle y la representación de escenas que celebran lo cotidiano.

Este autorretrato, aunque personal, también es representativo de una corriente más amplia dentro del arte de la época que buscaba romper con las convenciones clásicas para abrazar una visión más individualista y subjetiva del ser humano. Larsson, a través de esta obra, no sólo se presenta a sí mismo; también nos invita a considerar la complejidad de la identidad artística y la relación entre el artista y su entorno.

En resumen, el "Autorretrato - 1895" de Carl Larsson es una obra rica en emotividad y significado, que nos ofrece un vislumbre del alma de un artista en el umbral del modernismo. Captura con maestría la esencia de su tiempo y lugar, mientras nos acerca al ser humano detrás del pincel, recordándonos que cada retrato es en sí mismo un espejo de la existencia.

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