Los secretos de Venus y Cupido de Artemisia Genitleschi
Artemisia Gentileschi fue la principal artista femenina del siglo XVII. Estableció su trabajo principalmente en Roma, Florencia y Nápoles. En 1616, se convirtió en la primera mujer miembro de la destacada Academia de Pintura de Florencia.
Venus y Cupido, también conocida como la Venus Durmiente es una fantástica obra de arte creada en 1626 por la artista italiana.
Esta extraordinaria obra muestra a una Venus dormida y desnuda, recostada sobre una cómoda cama con una bella sábana azul. El detalle del color del cuadro se destaca de forma muy latente, ya que la cama está pintada con una doble capa de azul ultramar, que era una pintura hecha con lapislázuli muy costosa para los artistas de su época. Esto hace conjeturar que la pintura pudo haberse hecho como un encargo para un cliente rico de su entorno.
En el cuadro se aprecia a un Cupido bebé, quien es el hijo de Venus. Éste abanica a la Diosa con plumas de pavo real, suponemos para mantener alejadas las moscas y otras plagas, haciéndolo con un especial esmero.
En el lado izquierdo de la pintura a través de la ventana también se puede apreciar un templo lejano. Algunos críticos estiman que la escena del paisaje en la ventana podría haber sido añadida por un segundo artista más tarde.
La obra de Artemisia Gentileschi, que está marcada por fuertes contrastes de luz y oscuridad, así como por composiciones inusuales y atrevidas, fue influenciada tanto por el estilo de pintura de su padre como por el de su famoso socio, Caravaggio. El tema de la artista a menudo consiste en representaciones poderosas de mujeres, por ejemplo, Judith, Susanna, Cleopatra y Danäe, quienes son representadas dramáticamente como heroínas o víctimas.
Gentileschi hizo girar sus pinturas en torno a temas de mujeres que eran conocidas por su valentía, belleza y sencillez. Sus pinturas consistían principalmente en mujeres desnudas en las que mostraba su estilo, que es un realismo dramático.
Artemisia Gentileschi era una admiradora de Caravaggio, al igual que su padre, y esto se puede ver en esta obra, por la forma de la luz alrededor del cuerpo de Venus y la oscuridad en el resto de la escena. Caravaggio a menudo mostraba contrastes de luz y oscuridad en sus pinturas, y esta técnica fue copiada hábilmente por los artistas a los que influyó.
Gentileschi también fue una figura sumamente importante en el mundo del arte. Fue ella la primera mujer pintor en ser miembro de la Academia de Arte de Diseño de Florencia. A lo largo de su carrera Artemisia se especializó en pintar mujeres y fue particularmente talentosa al detallar la anatomía y belleza del sexo femenino.
Inicialmente la joven aprendiz de arte fue educada en el propio taller de su padre, Orazio Gentileschi. Cuando el mismo quiso que la artista continuara su progreso, le pidió a su amigo Agostino Tassi que le enseñara técnicas avanzadas. Sin embargo Tassi la agredió sexualmente y esto manchó injustamente la reputación de la artista. Esto también hizo que Artemisa canalizara una gran parte de su ira hacia Tassi en varias de sus obras de arte.
Artemisia eventualmente se casó con el artista Pierantonio Stiattesi y tuvieron una hija llamada Prudentia, que llevaba el nombre de su abuela. Artemisia le enseñó a pintar a Prudentia, pero se desconocen trabajos de ella.
Gentileschi fue muy apreciada por Miguel Ángel Buonarroti el Joven, que era sobrino de Miguel Ángel, y éste le pidió a Artemisia que pintara en el techo de la casa que estaba construyendo para sí mismo, como homenaje a su tío por su trabajo en la Capilla Sixtina. La artista entonces pintó la Alegoría de la Inclinación, que mostraba a una mujer desnuda con una brújula, que se parece un poco a la propia Artemisia.
En Venus y Cupido, sin embargo, Gentileschi ha creado una suntuosa imagen de la diosa del amor, dormida bajo una cortina de terciopelo.
Aunque esto pueda parecer simplemente otra diosa desnuda pálida que yace en una cama mullida en una posición extrañamente retorcida, Artemisia Gentileschi estaba trabajando fuera de lo convencional pintando un desnudo femenino al ser mujer. En la Italia de 1600, pintar las partes femeninas todavía se consideraba un trabajo de hombres. No es de extrañar que el arte italiano terminara con senos esculpidos tan desconcertantes como los de "La Noche" de Miguel Ángel.
Pero no importa la injusticia anatómica de los desnudos renacentistas. Lo realmente desconcertante de este cuadro es el bebé Cupido.
En comparación con otras obras del mismo tema, la Venus y Cupido de Gentileschi carecen de modo refrescante de aquella vibraciones incestuosas espeluznantes. Aún así, ¿qué poseyó a Cupido para agitar un abanico de pavo real sobre su madre dormida? ¿Es la diosa del amor una reina tan exigente que hace que su querubín la abanique durante las siestas de la tarde?
No se deje engañar por la apariencia inocente del bebé Cupido. El molesto mini-dios creó su parte de angustia en toda la escena. La leyenda cuenta que Cupido usó sus flechas para dejar a Apolo fascinado por la náyade Daphne. Sádico como era, Cupido hizo que Daphne se sintiera disgustada por el dios enamorado de la música. Cuando Apolo la perseguía, el único recurso de Daphne era convertirse en un árbol de laurel.
Algunos se quejan de que Venus y Cupido es una obra demasiado imperfecta para la artista. ¿Podría el cuadro ser obra de un imitador anónimo, o incluso del propio esposo de Artemisia? A pesar de las especulaciones, no se puede negar el parecido de Venus con la propia Gentileschi.
Por lo tanto, hay muchas formas de interpretar el cuadro Venus y Cupido de Artemisia Gentileschi, es solo cuestión de percepción personal.
¿Pintar su propio rostro sobre la diosa de la belleza y el amor? Esa es un artista a la que debemos respetar!
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