Borde del Bosque en Fontainebleau, Sol Poniente


Tamaño (cm): 50x70
Precio:
Precio de venta¥37,900 JPY

Descripción

La pintura Edge of the Forest at Fontainebleau, Setting Sun del artista Théodore Rousseau es una obra maestra del movimiento artístico francés conocido como Barbizon. Esta pintura, que mide 142 x 198 cm, es una de las obras más grandes y famosas de Rousseau, y se encuentra actualmente en la colección del Museo de Orsay en París.

La obra representa un paisaje forestal en Fontainebleau, un lugar que era muy popular entre los artistas de la época. La composición de la pintura es impresionante, con una gran cantidad de detalles y una perspectiva profunda que lleva al espectador a través del paisaje. El sol poniente en el fondo crea una atmósfera cálida y dorada que contrasta con la frescura de la naturaleza que se muestra en primer plano.

El uso del color en Edge of the Forest at Fontainebleau, Setting Sun es impresionante. Rousseau utiliza una paleta de colores terrosos y naturales que evocan la sensación de estar en el bosque. Los tonos verdes, marrones y dorados se mezclan hábilmente para crear una sensación de profundidad y textura en la pintura.

La historia detrás de la pintura es interesante. Rousseau trabajó en esta obra durante varios años, y la completó en 1852. La pintura fue muy bien recibida en su época, y fue exhibida en la Exposición Universal de París de 1855. La obra fue adquirida por el gobierno francés en 1857, y ha sido una parte importante de la colección del Museo de Orsay desde entonces.

A pesar de su gran tamaño y su importancia en la historia del arte francés, hay aspectos poco conocidos sobre la pintura. Por ejemplo, se cree que Rousseau utilizó fotografías como referencia para crear la composición de la obra. Además, algunos críticos han señalado que la pintura tiene un tono melancólico que podría estar relacionado con la salud mental del artista en ese momento.

En conclusión, Edge of the Forest at Fontainebleau, Setting Sun es una obra maestra del arte francés del siglo XIX. Su composición impresionante, su uso del color y su historia fascinante la hacen una obra de arte que vale la pena admirar y estudiar.

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