Descripción
Este retablo que data de c. 1570/75 fue pintado solo por Tintoretto, sin la ayuda de su estudio. La representación de María con una corona de estrellas sobre la hoz de la luna como la Mujer del Apocalipsis y la Inmaculada, apareciendo a los evangelistas como en una visión, es típica de la veneración de la Contrarreforma a María.
Tintoretto, nacido Jacopo Robusti fue un pintor italiano y un notable exponente de la escuela veneciana. Sus contemporáneos admiraron y criticaron la velocidad con la que pintaba y la audacia sin precedentes de su pincelada. Por su fenomenal energía en la pintura, se le denominó Il Furioso ("El furioso"). Su obra se caracteriza por sus figuras musculosas, gestos dramáticos y un uso audaz de la perspectiva, en estilo manierista.
Tintoretto tuvo muy pocos alumnos; sus dos hijos y Maerten de Vos de Amberes estaban entre ellos. Su hijo Domenico Tintoretto ayudó con frecuencia a su padre en el trabajo preliminar de grandes cuadros. Él mismo pintó multitud de obras, muchas de ellas de gran escala. En el mejor de los casos, se considerarían mediocres y, viniendo del hijo de Tintoretto, son decepcionantes. En cualquier caso, debe ser considerado como un practicante pictórico considerable a su manera. Hay reflejos de Tintoretto en el pintor griego del Renacimiento español El Greco, que probablemente vio sus obras durante una estancia en Venecia.
Tintoretto, nacido Jacopo Robusti fue un pintor italiano y un notable exponente de la escuela veneciana. Sus contemporáneos admiraron y criticaron la velocidad con la que pintaba y la audacia sin precedentes de su pincelada. Por su fenomenal energía en la pintura, se le denominó Il Furioso ("El furioso"). Su obra se caracteriza por sus figuras musculosas, gestos dramáticos y un uso audaz de la perspectiva, en estilo manierista.
Tintoretto tuvo muy pocos alumnos; sus dos hijos y Maerten de Vos de Amberes estaban entre ellos. Su hijo Domenico Tintoretto ayudó con frecuencia a su padre en el trabajo preliminar de grandes cuadros. Él mismo pintó multitud de obras, muchas de ellas de gran escala. En el mejor de los casos, se considerarían mediocres y, viniendo del hijo de Tintoretto, son decepcionantes. En cualquier caso, debe ser considerado como un practicante pictórico considerable a su manera. Hay reflejos de Tintoretto en el pintor griego del Renacimiento español El Greco, que probablemente vio sus obras durante una estancia en Venecia.