Descripción
La Adoración de la Trinidad de Alberto Durero es una obra de iconografía religiosa pintada entre 1509 y 1511 d.C. Es un óleo sobre tabla de madera destinado a servir como pintura de retablo en una capilla.
La pintura al óleo mide 135 x 123 centímetros con una parte superior en forma de arco. En el centro superior está Cristo crucificado, con una figura de Dios Padre detrás y encima de él. Sobre la cabeza del Dios Padre hay una paloma blanca rodeada de luz. Alrededor de las figuras de la Trinidad hay una gran cantidad de seres angelicales. A la izquierda de los pies de Cristo está la Virgen María y un gran grupo de santas sosteniendo palmas. A la derecha hay santos varones, incluido Moisés con las tablas de los mandamientos. Debajo de los santos, se muestran otras mujeres y hombres adorando a Dios. Todo esto está representado en un desgarro en el aire.
En la esquina inferior derecha de la tierra debajo de la escena celestial, una pequeña figura de Alberto Durero se encuentra mirando al espectador. Señala una placa junto a él con la inscripción "Alberto Durero del Norte hizo esto en el año de la Virgen 1511".
Este óleo sobre tabla de álamo ha recibido varios nombres diferentes en los siglos transcurridos desde que Durero dominó el Renacimiento del Norte. La adoración de la Trinidad a veces se conoce como Todos los Santos, Allerheiligenbild o Landauer Altar (Landauer Altarpiece).
El estilo y la escala apuntan inmediatamente a la era del Renacimiento, donde se encargaron enormes instalaciones de arte para decorar los interiores de edificios religiosos en todo el continente europeo. La más famosa, por supuesto, fue la Capilla Sixtina, que contó con la ayuda de innumerables artistas para sorprender a sus visitantes. Rafael y Miguel Ángel fueron solo dos de ellos.
El mercader rico, Matthäus Landauer de Nuremberg, fue quien comisionó esta gran obra de arte que Durero finalmente pintó.