Descripción
El Nacimiento Místico de Botticelli es, a primera vista, la imagen navideña perfecta. Qué imagen brillante y festiva hace que María y José adoren a Jesús en una cabaña de madera tosca en un campo rocoso, mientras los mortales abrazan a los ángeles en primer plano.
¿Qué hacen esos demonios que desaparecen en las grietas del suelo? Es una sorpresa de Navidad de malos augurios.
La Natividad Mística representa el fin del mundo. Fechado en 1500, el medio milenio, tiene un texto griego en el que Botticelli declara que "Yo, Sandro, hice este cuadro al final del año 1500 en los disturbios de Italia en la mitad del tiempo después del tiempo según el 11 capítulo de San Juan en el segundo ay del Apocalipsis durante la suelta del diablo...”.
La Natividad Mística es una visión de paz en la tierra, pero llega en un momento de crisis: la Natividad abre la profecía del Apocalipsis y la historia humana termina en "éxtasis". Los ángeles de Botticelli, girando hacia el paraíso, están extasiados; La revolución llega a Tierra Santa.
A primera vista, todo en la imagen está fuera de perspectiva. Botticelli rechaza deliberadamente la perspectiva, desestabilizando el cuadro, destruyendo el orden pictórico para hacer de este un momento de transformación absoluta. La Natividad Mística es un recordatorio de que el cambio milenario no siempre se ha tratado de un Domo amigable con los patrocinadores.
Botticelli comenzó a pintar la Natividad Mística pocos días después del famoso sermón de Cuaresma de Savonarola. El mensaje de Savonarola fue arrepentirse, alejarse de los demonios y dejar que los ángeles los lleven al Salvador. Este se convirtió en el tema básico de la Natividad Mística . La inscripción en la parte superior de la pintura indica que Botticelli creía estar viviendo en el período final antes de la segunda venida de Cristo. Esto podría deberse a los enormes trastornos en los ámbitos religioso y político de Europa, así como a los mensajes de Savonarola.
La Natividad mística en una vista general es una de las escenas de la natividad, con María, José, el niño Jesús, ángeles y animales. Si se mira de cerca, se puede hacer una iconografía simbólica e inusual o interpretación de imágenes de composición al detalle. Cada una de las interpretaciones simbólicas se relaciona con el contexto de los sermones de Savonarola.
El círculo de doce ángeles en la parte superior de la pintura representa las doce horas del día y los doce meses del año. Los ángeles representan la fe, la esperanza y la caridad, vestidos con las correspondientes túnicas blancas, rojas y verdes. Los ángeles están sacando a la gente de un estado de limbo religioso, salvándolos de los demonios. Las palabras en las cintas de los ángeles, que no se pueden ver excepto con la reflectografía infrarroja, muestran que las palabras corresponden a los doce privilegios de la Virgen.
En la parte inferior del cuadro, siete demonios intentan escapar bajo losas, huyendo al inframundo. Algunos son empalados con sus propias armas. Estas criaturas demoníacas se encuentran en la parte inferior, donde los ángeles están abrazando a los gentiles, salvándolos de sus propios demonios, haciendo que los demonios huyan. Las figuras más grandes son de María y José, enfatizando el bien sobre el mal.