Descripción
Esta representación de "estilo dorado" de Adele Bloch-Bauer es posiblemente el retrato más famoso de Klimt. Ella fue la única sujeto que Klimt pintó dos veces de cuerpo entero y en su época constituyó el tema de toda Viena.
La historia de su recuperación es digna del misterio que la rodea.
En 1945, las fuerzas aliadas se toparon con un tesoro escondido en una oscura caverna en la ladera de una montaña en Altaussee, Austria.
En el interior, los soldados iluminaron con sus parpadeantes linternas algunas de las mayores obras maestras europeas jamás creadas, incluido el retablo de Gante de Van Eyck, El artista en su estudio de Vermeer y la escultura de Miguel Ángel, La Madonna de Brujas.
Hitler había robado el veinte por ciento del arte europeo para su museo personal, el Führermuseum de Linz. Desafortunadamente, las pinturas de Gustav Klimt no estaban en este escondite secreto (a Hitler no le atraía el arte de Klimt).
Catorce de los cuadros de Klimt se habían quedado en el ático del castillo Schloss Immedorf. Estas pinturas se redujeron a cenizas humeantes cuando el castillo fue incendiado por las fuerzas nazis que querían evitar que las fuerzas aliadas se apoderaran de sus lujos.
Pero sobrevivió una pintura de Klimt: el Retrato de Adele Bloch-Bauer I.
Al final de la guerra, esta pintura fue encontrada en un antiguo monasterio, el Gotterdammerung.
Gustav Klimt pintaba lo que otros no podían ver. Cuando Adele Bloch-Bauer se sentó para él, vio cómo ella extendía nerviosamente su dedo torcido, sus dedos largos y elegantes pegados entre sí. En su vestido, pintó el Ojo de Horus para simbolizar el poder real y usó oro real sobre sus pinturas al óleo para denotar la divinidad.
Klimt pintó a Adele como una reina, y toda Viena no podía dejar de hablar de la "Dama Dorada" de Klimt.
Adele era una reina de la sociedad de Viena. Todos en Viena conocían a Ferdinand y Adele Bloch-Bauer, y eran una de las familias judías más ricas de la ciudad. Los Bloch-Bauers organizaban salones donde los artistas, filósofos, compositores y poetas más famosos discutían la vida cotidiana y compartían ideas.
El cuadro se encuentra ahora en la colección de la galería Neue Galerie de Nueva York, después de una batalla jurídica de los herederos de la pintura con el gobierno Austriaco.
Kuadros, una pintura famosa en su pared.
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