Niña Sentada con Pato


Tamaño (cm): 75x30
Precio:
Precio de venta€201,95 EUR

Descripción

Niña Sentada con Pato: Una Joya Escondida de Frida Kahlo

Frida Kahlo, una de las artistas más emblemáticas de México, es conocida por sus autorretratos cargados de simbolismo y dolor. Sin embargo, su obra Niña Sentada con Pato nos muestra una faceta diferente de la artista, una que es menos conocida pero igualmente fascinante.

Niña Sentada con Pato es una pintura al óleo sobre lienzo que data de 1934. A diferencia de la mayoría de las obras de Kahlo, esta pintura no es un autorretrato, sino un retrato de una niña desconocida. La niña está sentada en un suelo de tierra, con un pato a su lado. La composición es sencilla, pero está llena de detalles que revelan la habilidad de Kahlo para capturar la esencia de sus sujetos.

La composición de la pintura es equilibrada y armoniosa. Kahlo sitúa a la niña en el centro del lienzo, con el pato a su lado, creando un punto focal claro. El fondo es una mezcla de tonos verdes y marrones que evocan un paisaje rural. A pesar de la simplicidad de la composición, Kahlo logra crear una sensación de profundidad y espacio a través de su uso experto de la perspectiva y la sombra.

El color es otro aspecto destacado de Niña Sentada con Pato. Kahlo utiliza una paleta de colores cálidos y terrosos que reflejan el entorno rural de la niña. Los tonos marrones del suelo y la piel de la niña contrastan con los verdes del fondo y el blanco del pato, creando un equilibrio visual que es a la vez atractivo y tranquilo.

El personaje principal de la pintura, la niña, está retratada con una expresión seria y pensativa. A pesar de su juventud, parece llevar el peso del mundo en sus hombros. Este contraste entre la inocencia de la niña y la seriedad de su expresión es una de las características más intrigantes de la pintura.

El pato, por otro lado, añade un elemento de sorpresa a la pintura. Aunque a primera vista puede parecer un detalle menor, el pato es en realidad un elemento crucial de la composición. Su presencia aporta un toque de vida y movimiento a la escena, y su color blanco contrasta con los tonos más oscuros del resto de la pintura.

Un aspecto menos conocido de Niña Sentada con Pato es que Kahlo la pintó durante un período de gran dificultad personal. En 1934, Kahlo estaba lidiando con problemas de salud y una relación matrimonial tumultuosa con el también pintor Diego Rivera. A pesar de estos desafíos, Kahlo logró crear una obra de arte que es a la vez íntima y universal.

Niña Sentada con Pato es una obra maestra que demuestra la versatilidad y la habilidad de Frida Kahlo. Aunque puede no ser tan famosa como sus autorretratos, esta pintura es una joya escondida que merece ser apreciada y estudiada.

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