Figura Femenina - 1932


Tamaño (cm): 60x75
Precio:
Precio de venta1.922,00 DKK

Descripción

La pintura "Figura Femenina - 1932" del célebre artista vanguardista Kazimir Malevich es una ejemplificación precisa de la transición y evolución personal del autor hacia una representación más figurativa tras sus notables años de experimentación con el suprematismo. Al observar atentamente esta obra, nos encontramos con una figura femenina que, aunque evidentemente simplificada en términos de forma y detalle, presenta una carga simbólica y estética que invita a la contemplación y el análisis.

Malevich, fundador del suprematismo, movimiento que se caracteriza por la abstracción geométrica y la supremacía del color y la forma pura, muestra en "Figura Femenina - 1932" una aproximación diferente, aunque no del todo desligada de sus principios previos. La figura es geométrica y se descompone en áreas de color plano, con una evidente simplificación que remite a la reducción suprematista, pero que, a la vez, busca retomar la forma humana dentro de esa austeridad formal.

El uso del color en esta obra es crucial. La figura está compuesta de bloques de colores primarios en su mayoría: vemos predominantes el rojo, azul, amarillo, complementados por el blanco y el negro. Estos colores no solo dotan de vida a la figura, sino que parecen emanar una vibración particular, cargada de significado psicológico y emocional. La disposición de los colores y las formas también recuerda al arte popular ruso, una influencia clara en muchos de los trabajos de Malevich, especialmente en su etapa de regreso a la figuración.

En términos de composición, la figura se mantiene erguida y central, dominando el lienzo con una presencia casi monumental. Esta centralidad y frontalidad son características que Malevich adopta para crear una conexión directa e inmediata con el espectador. La figura femenina no tiene rasgos faciales definidos, lo que genera una sensación de universalidad y anonimato, permitiendo que cualquier persona pueda verse reflejada en ella. Esta ambigüedad es intencional y busca trascender la individualidad para captar una esencia humana más general.

El fondo de la pintura es un espacio indefinido, de un color claro, casi neutro, que sirve para enfocar toda la atención en la figura. Este vacío alrededor de la figura puede interpretarse como una metáfora del estado de aislamiento o introspección del ser humano, o quizás un intento del autor de resaltar la pureza y simplicidad de la existencia humana, despojada de cualquier contexto o distracción externa.

Kazimir Malevich sigue siendo una figura que desborda enigma y complejidad. Su obra "Figura Femenina - 1932" ofrece una ventana fascinante hacia su mente creativa y su constante lucha por llegar a la esencia de la forma y el color. Este cuadro, aunque puede parecer un paso atrás hacia la figuración después de su radical suprematismo, es en realidad una profundización en la búsqueda de la esencia pura. Es un testimonio de cómo Malevich nunca dejó de experimentar y de llevar su arte a nuevas fronteras, incluso dentro de la simplicidad aparente.

En retrospectiva, "Figura Femenina - 1932" no solo es una obra que resume varios elementos de la trayectoria artística de Malevich, sino también un reflejo de su capacidad para fusionar la abstracción con la figuración, creando una obra que sigue siendo relevante y evocadora hasta el día de hoy.

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