Los Cuadros de Van Gogh relatan al artista

Vincent van Gogh quizás sea el artista más famoso del mundo.

Su pluma y su genio creador han inspirado a muchos, a pesar de haber sido percibido en la historia como el artista 'loco', el hombre que pintaba con frenesí o simplemente el alma que en un agudo momento de sufrimiento, se cortara su propia oreja.

Su genio artístico a menudo se ha visto ensombrecido por las manifestaciones visuales de su mente atormentada. Pero si bien en parte su salud mental innegablemente influenciaron su arte, en realidad su estilo artístico e innovador fue de una enorme importancia para una gran cantidad de artistas que le siguieron.

Incluso cuando fue influenciado abiertamente por sus predecesores o contemporáneos, su arte siguió siendo solo suyo, desarrollando un estilo distintivo en sus cuadros que lamentablemente no fuera aceptado por el público contemporáneo de su época.

Los Cuadros de Van Gogh de los Primeros años

Aunque el primer trabajo formal del artista después de dejar la escuela estuvo también relacionado con el arte, el mismo no comenzó a pintar en serio hasta muchos años después.

A los 16 años, Vincent van Gogh ingresó como aprendiz en concesionario de arte de su tío en París.

El trabajo con su familiar lo expondría al medio artístico, pero éste primero se dedicaría al trabajo religioso, e incluso, por un breve período, también se desempeñó como librero antes de crear su primera pintura.

Sus primeras obras, completadas entre 1881 y 1883, reflejan la atención al detalle propia de un novato, pero también surgían en ellas los primeros indicios del genio naciente, que emergería por completo en sus pinturas posteriores.

Aunque sus bocetos y acuarelas pueden, a primera vista, parecer bidimensionales y de arte  aficionado, sus estudios iniciales sobre el realismo ya comienzan a ser fascinantes en este período.

"Lo que se hace con amor, se hace bien ”.

Primeros dibujos de Van Gogh

Vincent van Gogh creó sus primeros dibujos mientras se hospedaba en la casa de sus padres en Etten, en los Países Bajos, en donde se educó principalmente sobre anatomía, perspectiva y técnica artística. El artista restringió sus primeros bocetos a una paleta de blanco y negro, creyendo que el dominio de esta disciplina era esencial antes de intentar cualquier obra en color.

Sus primeros dibujos representan a varios campesinos en poses estáticas, algunos de perfil, mientras que sus principales paisajes son en gran parte estudios en perspectiva. En sus primeros dibujos con pluma y acuarela, Vincent incorporó sombras y luces en lugar de colores para crear dimensión. Basándose en las fuertes influencias de maestros como Millet, Rembrandt y Daumier, el enfoque del artista en la figura humana fue fundamental para su desarrollo artístico naciente.

A mediados de 1881, Vincent van Gogh participó en un breve período de estudio con Anton Mauve, un maestro de la Escuela de Arte de La Haya.

Mauve no solo cubrió sus necesidades de conocimiento básico, sino que también introdujo a su alumno en acuarelas y óleos, ampliando así el campo de expresión del artista.

La pintura Naturaleza Muerta con repollo y zuecos, una de sus primeras obras, utiliza los tonos tierra sombríos que caracterizan sus primeras obras de estilo holandés. También presenta un rico toque de color, un presagio del brillante estilo de pintura por venir.

Vista del mar en Scheveningen, una de las primeras incursiones de Vincent van Gogh en el paisaje (un género que mantendría su interés a lo largo de su carrera) fue completada en agosto de 1882. La pintura representa una mirada activa de la playa cerca de La Haya.

El realismo de la escena en este cuadro se evidencia incluso en el propio lienzo, con granos de arena de la tormenta aún incrustados en los óleos hasta el día de hoy.

La obra exhibe elementos de la escuela de arte impresionista con sus figuras indistintas pero móviles en el primer plano. La pintura se completa con pinceladas entrecortadas que indican un oleaje turbulento, siendo demarcadas arriba por formas oscuras, que sugieren las nubes de una tormenta.

Cuadros de Van Gogh en el periodo de La Haya

La residencia de Vincent van Gogh en La Haya durante 1882 y 1883 resultó ser un período productivo en el que continuó perfeccionando su técnica y explorando temas similares pero nuevos. Durante este tiempo, Van Gogh recibió sus primeros encargos de dibujos de paisajes urbanos en La Haya de otro tío que también era comerciante de arte.

La pintura de paisaje de Campos de Bulbos atestigua el despertar del artista al uso expresivo de la luz y el color tan prominente en su obra posterior. En el primer plano del cuadro, jacintos en tonalidades blancas, azules, rosas y doradas llenan las eras de un bello jardín conduciendo la mirada hacia una ladera lejana y un cielo lleno de nubes blancas. Diversas casas sombreadas con techo de paja enmarcan la escena mientras un jardinero camina entre cajas a la distancia.

 

Cuadros de Van Gogh en los años intermedios: 1884-1887

Durante esta era, una historia de amor fallida, la muerte de su padre y un breve período de estudio en la Academia de Amberes, formaron un telón de fondo sombrío para el continuo desarrollo del artista.

Durante una estadía en el pueblo norteño de Nuenen a fines de 1883 hasta 1885, el pintor se centró en escenas agrarias de campesinos trabajando la tierra así como tejedores ejerciendo su oficio.

En 1885, el artista produjo Los Campesinos Comiendo Patatas (Los Comedores de Papa), una obra que muchos consideran su primera obra maestra.

En esta representación de una familia campesina sentada alrededor de su humilde mesa, Vincent van Gogh invoca la influencia de Rembrandt en virtud de un entorno sombrío que, sin embargo, está lleno de personalidad y vida. Un plato lleno de papas ilustra la sencilla riqueza de quienes se ganan la vida con la tierra. La atmósfera amigable, iluminada por el cálido resplandor de una lámpara, inspira en el espectador el anhelo de participar de esta escena íntima.

Cuadros de Van Gogh en Paris

En 1886, Vincent van Gogh asistió a clases de arte en la Academia de Amberes, pero permaneció solo una parte del año. Después de mudarse con su hermano, Theo, en París, Vincent estudió con el artista Cormon y entró en contacto con sus compañeros de estudios Henri de Toulouse-Lautrec, John Russell y Emile Bernard.

Theo, un mercader de arte, presentó a su hermano las obras de destacados pintores impresionistas como Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir y Georges Seurat, todos los cuales tuvieron una fuerte influencia en las futuras pinturas del artista.

Vincent pudo conocer y se hizo amigo del artista Paul Gauguin durante este mismo período, y las pinturas de colores brillantes de Gauguin también ejercieron una fuerte influencia en el arte prodigioso del holandés.

En 1887, Vincent van Gogh experimentó con la técnica puntillista de George Seurat, que la utilizó en obras como una Tarde de domingo en la isla de La Grande Jatte.

En uno de sus muchos autorretratos, Autorretrato con sombrero de Fieltro Gris, Vincent utiliza pequeños puntos de color que reflejan la luz para revelar a un hombre de rasgos afilados con la expresión de cansancio del mundo de alguien que parece haber visto más de lo que puede aguantar.

Fue durante esta época de su vida que el artista comenzó a interesarse por Ukiyo-e, un género de grabados realizados mediante xilografía o técnica de grabado en madera, producidos en Japón entre los siglos XVII y XX, entre los que se encuentran imágenes paisajísticas, del teatro y de zonas de alterne.

Él y otros contemporáneos como Claude Monet y Edgar Degas comenzaron a coleccionarlos, siendo obras que inspirarían pinturas que reflejan la influencia de la Japonaiserie en su técnica y visión artística.

La réplica de Van Gogh de La Cortesana, una obra original del artista Keisai Eisen, presenta una infusión de colores brillantes que eclipsan con creces el original. Eligió un fondo de un estanque de nenúfares en lugar de las flores de cerezo de Eisen.

Cuadros de Van Gogh en el Período Posterior

Vincent van Gogh se mudó de la casa de Theo en París a Arles, en el sur de Francia, en 1888, donde alquiló su famosa Casa Amarilla.

En la primavera, el artista pintó los florecientes paisajes de la Provenza, así como los paisajes marinos en la cercana Saintes-Marie-de-la-Mer. Durante este período productivo en su vida, el artista también realizó una serie de retratos, incluida su serie de pinturas retratando a la familia Roulin.

Mientras preparaba una habitación en su Casa Amarilla para acomodar a Gauguin, quien planeaba visitar Arles para una estadía prolongada más adelante en el año, Vincent van Gogh también estaba trabajando en su segunda serie de pinturas de Girasoles.

Había creado la primera serie mientras se encontraba con su hermano en París. Las pinturas de girasoles del artista presentaban varios fondos y arreglos de las grandes flores doradas, cada una similar pero distinta. Los expertos en arte aprecian especialmente estas obras por su innovadora expansión del espectro de color amarillo. Otros aprecian las pinturas por su combinación única de simplicidad y detalles ricamente evocadores.

Aunque la visita de Gauguin fue muy esperada por Vincent van Gogh, su llegada La Casa Amarilla en octubre de 1888 no terminó como estaba planeado.

Al comienzo, ambos artistas disfrutaron juntos de un período prolífico en sus carreras, pero los desacuerdos y las discusiones mancharon el tono productivo de la infante compañía. Las tensiones entre los dos culminaron a fines de diciembre cuando Vincent supuestamente atacó a su colega con una navaja de afeitar y terminó cortándose parte de su propia oreja.

La enfermedad de la sífilis comenzaba a revelarse: empezó a alucinar y sufriría ataques en los que perdía con frecuencia el conocimiento.

Aún así, Van Gogh adujo más tarde no recordar nada sobre el fatídico evento con la navaja.

Después de perder su oreja, Vincent van Gogh pasó los siguientes días en el hospital de Arles. En general, se asume que Vincent Van Gogh tenía sífilis porque aproximadamente el 10% de todos los hombres europeos portaban la enfermedad a fines del siglo XIX.  Se cree que Van Gogh se infectó con sífilis ya que frecuentaba burdeles y exhibía un comportamiento errático. Según algunos historiadores, en esta época Van Gogh mostraba terribles llagas en la boca y perdió mucho peso debido a que no podía comer.

A diferencia de la gonorrea, que también la padeció, la sífilis le causó locura en su última etapa, llamada neurosífilis. Quizás uno de los factores decisivos en su suicidio, fue que el artista temió desarrollar los síntomas finales de la enfermedad.

Aunque luchaba con un rápido deterioro mental, Van Gogh produjo una serie de pinturas estilísticamente diversas que representaban el hospital en sí y los olivos y cipreses de los terrenos del alrededor de la institución.

Vincent van Gogh pintó su brillante obra de 1889, Irises, en el jardín de Saint-Remy durante su estancia en aquel lugar de reclusión.

La pintura, que exhibe algunas características de los grabados en madera japoneses, así como la inclinación del artista por el color y la luz, fue parte de la exposición anual Societe des Artistes Independiente en París, gracias a la intervención de Theo, junto con La Noche Estrellada sobre Ródano.

Van Gogh, un artísta prolífico

Entre noviembre de 1881 y julio de 1890, Vincent van Gogh pintó casi 900 cuadros, una producción muy prolífica para cualquier época.

Desde su muerte, Van Gogh se ha convertido en uno de los pintores más famosos del mundo. Sus pinturas han capturado las mentes y convertido los corazones de millones de amantes del arte.

“Hay dos formas de pensar la pintura, cómo no hacerlo y cómo hacerlo: cómo hacerlo - con mucho dibujo y poco color; cómo no hacerlo, con mucho color y poco dibujo ".

Van Gogh creía firmemente que para ser un gran pintor había que dominar el dibujo antes de añadir color. A lo largo de los años, el artista dominó claramente el dibujo y comenzó a usar más color. Con el tiempo, uno de los aspectos más reconocibles de las pinturas de Van Gogh se convirtió en su atrevido uso del color. Esta característica es evidente tanto en los paisajes como en sus bodegones.

Aproximadamente un año antes de su muerte, Van Gogh predijo que habría un gran “pintor del futuro” que sabría usar el color como nadie y se convertiría en el futuro de la pintura. Esto mismo lo expresó en una carta a su hermano Theo en mayo de 1888,

“En cuanto a mí, seguiré trabajando, y aquí y allá algo de mi trabajo resultará de un valor duradero, pero ¿quién podrá lograr en la pintura de figuras lo que Claude Monet ha logrado en el paisaje? Sin embargo, debes sentir, como yo, que alguien así está en camino, ¿Rodin? - no usa color - no será él. Pero el pintor del futuro será un colorista como nunca antes se ha visto."


Durante su vida, Van Gogh nunca fue famoso como pintor y luchó por ganarse la vida como artista.

Van Gogh solo vendió una pintura durante en su vida, El Viñedo Rojo. Esta pintura se vendió en Bruselas por 400 francos solo unos pocos meses antes de su muerte.

Aproximadamente una semana después de su fallecimiento, el hermano de Van Gogh, Theo, le escribió a su hermana Elizabeth sobre el legado de Van Gogh como gran artista:

“En la última carta que me escribió y que data de unos cuatro días antes de su muerte, dice:“ Intento hacerlo tan bien como ciertos pintores a quienes he amado y admirado mucho ”. La gente debería darse cuenta de que fue un gran artista, algo que muchas veces coincide con ser un gran ser humano. Con el transcurso del tiempo, esto seguramente será reconocido, y muchos lamentarán su temprana muerte ".

La esperanza de Van Gogh de que su trabajo pueda seguir inspirando al mundo después de su muerte se ha hecho realidad: hasta el día de hoy, su extraordinario arte sin paralelo le llega a millones de admiradores en cada rincón del planeta.

Explore algunos de los Cuadros de Van Gogh más representativos en la colección de Kuadros que lleva su nombre.

KUADROS ©, una pintura famosa en tu pared.