Descripción
La pintura La Tentación de San Antonio de Joos van Craesbeeck es conocida por ser una de las representaciones más inquietantes en las pinturas religiosas sobre la tentación en la historia del arte. En esta obra, San Antonio, el santo patrón de los ermitaños, se encuentra rodeado de una multitud de demonios grotescos que lo acosan y lo tientan en su soledad.
Lo interesante de esta pintura es que, aunque la obra es claramente una representación religiosa, Joos van Craesbeeck la pintó con un estilo muy propio de la escuela flamenca del siglo XVII, que se caracterizaba por la exageración de los detalles y la intensidad de los contrastes de luz y sombra. Esto hace que la pintura sea aún más impactante y perturbadora para el espectador.
Además, se cree que esta obra fue influenciada por la propia experiencia personal del artista, quien fue conocido por llevar una vida tumultuosa y por su adicción al alcohol. Se dice que Joos van Craesbeeck fue tentado por sus propios demonios interiores, lo que podría haber influido en su representación tan vívida y espeluznante de la tentación en esta obra maestra.
En la pintura parece que Craesbeeck quiere advertir a sus semejantes. Y al hacerlo sigue una tradición medieval popular. En la imagen el tema de la cabeza macabra está influenciado por las “diablerías” de Hieronymus Bosch, Pieter Brueghel y sus seguidores.