Therese De Gas - Hermana Del Artista - Más Tarde Madame Edmond Morbilli - 1863


Tamaño (cm): 55x75
Precio:
Precio de venta36.300 ISK

Descripción

La obra "Therese De Gas - Hermana Del Artista - Más Tarde Madame Edmond Morbilli" de Edgar Degas, realizada en 1863, encapsula la esencia del retrato intimista del siglo XIX, trasladando al espectador hacia una atmósfera de cercanía familiar y de reflexión introspectiva. Este retrato no solo es una representación de la hermana del artista, sino que también refleja la maestría de Degas en la captura de la figura humana y el uso del color y la luz.

Degas, cuyo estilo se caracteriza por una impresionante capacidad para retratar la naturaleza dinámica de la figura humana, utiliza aquí una composición relativamente sobria. Therese, con su postura pensativa y su mirada dirigida hacia un punto fuera del cuadro, transmite una sensación de introspección. La inclinación ligera de su cabeza y el posicionamiento de sus manos sugieren un estado de reflexión personal, un carácter que marca el distintivo sentido psicológico que el artista siempre busca en sus retratos.

La elección del fondo es igualmente significativa; el espacio en el que se encuentra Therese es indistinto y etéreo, permitiendo que la figura central sobresalga. Degas emplea una paleta de colores que oscila entre tonos suaves de azul y gris, contrastando con el vestido oscuro de Therese y creando una armonía visual. Esta tonalidad no solo proporciona profundidad sino que también resalta la fragilidad y delicadeza de la figura femenina. Las pinceladas sueltas y fluidas son caracteristicas que se pueden observar en muchas de sus obras posteriores, lo que demuestra su evolución estilística a lo largo de su carrera.

El rostro de Therese, ligeramente iluminado, poseedor de una expresividad casi cautivadora, permite observar un aire de serenidad y a la vez de melancolía. La representación de su cabello, cuidada y bien elaborado, encarna un mismo sentido de cuidado y atención al detalle que Degas a menudo aplicaba en sus retratos, contribuyendo a la forma en que se percibe la personalidad de la modelo. Este retrato no solo es una simple representación física; es una ventana al mundo emocional y mental de una mujer en un contexto histórico donde la figura femenina estaba redefiniéndose, muy en línea con el movimiento del realismo que Dominaba Paris.

En el trasfondo de la obra se inscriben las primeras impresiones de una sociedad en transformación. La visión del individuo, especialmente de las mujeres de la época, comenzaba a ser un tema importante entre los artistas de la época. Este contexto social y artístico sitúa la obra de Degas dentro de un movimiento más amplio que explotaba el potencial del arte para reflejar la realidad y la intimidad de las vidas personales, un enfoque que se volvería fundamental para movimientos posteriores como el impresionismo.

Es también importante señalar que esta obra fue creada en un período crucial para Degas, quien, aunque a menudo es clasificado como un impresionista, se desalinea de la representación de la luz claramente definida que caracteriza a otros maestros del movimiento. Su enfoque en la forma, la estructura y la simultaneidad de la observación ha invitado a reinterpretaciones de su trabajo a través de diferentes lentes críticas.

En conclusión, "Therese De Gas" es un retrato no solo de una mujer, sino de un momento específico dentro del desarrollo artístico de Degas y del contexto social más amplio que lo rodeaba. La aguda atención a los detalles, la sutil exploración de la psicología de la figura y la delicadeza de la composición hacen de esta obra una pieza fascinante que invita a una contemplación más profunda del papel de la mujer en la sociedad del siglo XIX y su representación en el arte. Esta obra sigue resonando en la contemporaneidad, sobre todo en su capacidad de acercarse a la intimidad de los sujetos que aborda, recordándonos siempre la habilidad de Degas para capturar el alma en cada trazo.

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